Gestión del hábitat

El hábitat es el lugar donde una especie satisface sus necesidades básicas de vida: alimentación, procreación y descanso. Si no se gestiona adecuadamente, el desarrollo urbano puede resultar en la pérdida de hábitat, lo que representa la mayor amenaza para la vida silvestre.
- La gestión del hábitat, el aspecto más esencial de la gestión de la vida silvestre, salvaguarda los elementos esenciales para satisfacer estas necesidades.
- La comida y el agua son necesarios para toda la fauna silvestre. La competencia por estos elementos entre especies hace que la cobertura, el espacio y la disposición sean las principales prioridades.
- La cubertura protege a los animales de los depredadores y del clima mientras se alimentan, se reproducen, se posan, anidan y viajan. La cobertura varía desde espesas malezas y matorrales hasta algunas piedras apiladas.
- El espacio es necesario para una alimentación adecuada de la fauna silvestre, el espacio territorial para el apareamiento y la anidación, y la ausencia de enfermedades relacionadas con el estrés.
- La disposición ideal coloca alimentos, agua, cobertura y espacio en un área pequeña para que los animales minimicen su uso de energía y al mismo tiempo satisfagan sus necesidades básicas de alimentación, procreación y descanso.
- El efecto de borde se refiere a la consecuencia de colocar dos ecosistemas contrastantes uno al lado del otro. La mayoría de los animales se encuentran donde se encuentran el alimento y la cobertura, particularmente cerca del agua. Un ejemplo sería el fondo de un río, que ofrece a muchos animales todas sus necesidades de hábitat a lo largo de un corredor.