Perdigones no tóxicos

En todo Estados Unidos se requieren perdigones no tóxicos para la cacería de aves acuáticas. Los estudios demostraron que muchas aves acuáticas morían cada año debido al envenenamiento por plomo. Estas aves acuáticas recogían y digerían los perdigones de plomo de los cartuchos de perdigones tradicionales. El efecto tóxico se extendía a otras aves, como el águila calva, que consumía las aves acuáticas envenenadas. Para reducir este problema, los conservacionistas trabajaron con los fabricantes de cartuchos para producir alternativas efectivas a los perdigones de plomo: acero, aleación de tungsteno o perdigones de bismuto.