El modelo norteamericano de conservación de la vida silvestre
En las dos primeras décadas del siglo XX, los deportistas de Estados Unidos y Canada desarrollaron un conjunto de principios rectores para la gestión de los recursos de vida silvestre. Estos siete principios, denominados Modelo Norteamericano de Conservación de la Vida Silvestre, sientan las bases para el éxito de la pesca y la conservación de la vida silvestre en América del Norte.
- Los peces y la vida silvestre son bienes públicos. El gobierno los mantiene en fideicomiso para el beneficio de todas las personas.
- La vida silvestre no puede sacrificarse para uso comercial. Esta política elimina el tráfico de animales de caza muertos.
- La vida silvestre está asignada por ley. Las regulaciones determinan cómo se manejan los recursos de vida silvestre, incluidas las temporadas de cacería y los límites de presas.
- Las razones para matar vida silvestre deben ser válidas. La captura de vida silvestre se realizará por medios legales y éticos, con el espíritu de "persecución justa" y con buena causa. Los animales sólo pueden matarse con fines legítimos: para obtener alimento y pieles, en defensa propia o para proteger la propiedad.
- La vida silvestre es un recurso internacional. Como tal, la cacería y la pesca se gestionarán de forma cooperativa a través de los límites estatales y provinciales.
- La ciencia juega un papel clave en el manejo de la vida silvestre. Las poblaciones de vida silvestre son sostenidas y administradas científicamente por profesionales de agencias gubernamentales.
- La caza, la pesca y la captura con trampas serán democráticas. Todo ciudadano con buena reputación, independientemente de su riqueza, posición social o propiedad de la tierra, puede participar en la recolección de pescado y fauna silvestre dentro de los límites legales.