Que ha aprendido

El objetivo de la conservación de la vida silvestre es asegurar el uso y manejo racional de los recursos renovables sin desperdiciarlos. La preservación salva los recursos naturales sin utilizarlos consuntivamente. Ambos son necesarios para sostener los recursos para las generaciones futuras.

El manejo de la vida silvestre es la ciencia y la práctica de mantener las poblaciones de vida silvestre y sus hábitats. Los administradores de vida silvestre saben que la naturaleza produce en exceso sus recursos de caza y que una buena gestión produce un excedente que los cazadores pueden aprovechar.

El aspecto más esencial de la gestión de la vida silvestre es la gestión del hábitat de las especies de caza. Esto proporciona a una especie los elementos esenciales necesarios para satisfacer sus necesidades: alimentos, agua, cobertura, espacio y una disposición de estos elementos que permita a los animales satisfacer sus necesidades.

La capacidad de carga es la cantidad de animales que un hábitat determinado puede soportar durante todo el año sin dañar a los animales ni al hábitat.

Los factores que pueden limitar la producción potencial de la vida silvestre incluyen enfermedades/parásitos, hambre, depredadores, contaminación, accidentes, vejez y cacería.