Prácticas de gestión de la vida silvestre
Monitoreo de poblaciones de vida silvestre: Los administradores de vida silvestre monitorean continuamente la tasa de natalidad y mortalidad de varias especies y la condición de su hábitat. Esto proporciona los datos necesarios para establecer regulaciones de cacería y determinar si se necesitan otras prácticas de manejo de vida silvestre para conservar las especies de vida silvestre.
Mejora del hábitat: A medida que ocurre la sucesión, el cambio en hábitat afecta el tipo y número de vida silvestre que el hábitat puede soportar. Los administradores de vida silvestre pueden talar o quemar áreas boscosas para promover un nuevo crecimiento y ralentizar el proceso de sucesión. Esta práctica les permite aumentar la producción de determinadas especies de vida silvestre.
Regulaciones de la cacería: Las regulaciones de la cacería protegen el hábitat y preservan las poblaciones de animales. Las regulaciones incluyen el establecimiento de límites de tiempo diarios y estacionales, límites de caza y métodos legales para la captura de la vida silvestre.
Cacería: La cacería es una herramienta eficaz para la gestión de la vida silvestre. Las prácticas de cacería ayudan a los administradores a mantener las poblaciones de animales en equilibrio con sus hábitats.
Control de depredadores: En raras ocasiones, se deben reducir los depredadores para permitir que algunas poblaciones de vida silvestre establezcan poblaciones estables, particularmente especies amenazadas o en peligro de extinción.
Repoblación artificial: La repoblación de animales de caza ha tenido éxito en muchas partes del país. Un ejemplo de repoblación es atrapar animales en zonas donde abundan y liberarlos en zonas de hábitat adecuado donde no abundan.
Controlar o prevenir enfermedades y su propagación: Las enfermedades pueden tener un efecto devastador en la fauna silvestre. El cólera aviar, por ejemplo, plantea una grave amenaza, especialmente para los patos y gansos que se encuentran en zonas de invernada abarrotadas. Una vez que ocurre el cólera aviar, los administradores deben trabajar para prevenir su propagación recolectando y quemando cadáveres de aves acuáticas diariamente.
Fondos/Programas de Gestión: Además de los fondos Pittman-Robertson, muchos estados han iniciado programas que ayudan a financiar los esfuerzos de conservación.

Supongamos que cada pareja adulta de aves acuáticas produce seis crías cada año, y ninguno de los factores que limitan la producción de vida silvestre está activo. Al final del quinto año, la pareja inicial habrá crecido hasta alcanzar más de 2,000 aves acuáticas.